Saturday, March 19, 2016

El tratamiento de "Don" (in Spanish)

Don es abreviatura de la voz latina dominus, que significa señor. El tratamiento originariamente estaba reservado sólo a Dios, el Señor por antonomasia. Con el tiempo pasó a utilizarse para designar a los santos, a punto tal que en vascuence conserva aún ese significado (Donostia=San Sebastián), como así también en italiano (don Bosco, don Orione). Posteriormente se hizo extensivo a los papas, a los reyes y a sus parientes cercanos, luego a los obispos y prelados, y por último a la alta nobleza, que lo convertiría luego en hereditario.

El término “dominus” alude al poder sobre hombres y tierras y no tiene vínculo alguno con origen noble. No es título sino sólo trato deferencial. Sin embargo, evoluciona, posteriormente, en la dirección de una marca de notabilidad, de preeminencia social y se asocia al carácter noble.

En la segunda mitad del siglo XIV, el “don” es usado, como tendencia general, solamente por aquellos personajes laicos que ostentaban un título nobiliario. Para los eclesiásticos el uso del “don” estuvo en íntima relación con su posición dentro de la jerarquía eclesiástica de modo que los abades, deanes, obispos, arzobispos, y otras dignidades lo usaron a lo largo de los siglos medievales.

En muy contados casos su uso fue otorgado como merced, y los reyes lo concedieron a modo de privilegio y sólo en casos excepcionales, como ocurrió con Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Francisco Pizarro y Diego de Almagro.

Los judíos no pudieron utilizar el “don” ni como señores con poder sobre tierras y hombres, ni como poseedores de un título nobiliario. Los que ostentaban el uso de la partícula “don” la ponían incluso en sus firmas, como un complemento invariable del nombre, lo que acredita el alto concepto en que se la tenía.

A partir del siglo XVII el término "Don" anteponía al nombre de obispos, nobleza titulada, hidalgos y los hijos de personas tituladas (aunque fuesen bastardos), pero nunca para los plebeyos.

A mediados del siglo XVIII la estrictez fue cediendo hasta extenderse su uso a todos los que pertenecían a la clase noble y más tarde en América se aplicaba a todos los blancos de buen nivel social.

En la actualidad en España el uso del “don” es generalizado, pero en muchos países de habla hispana en América Latina sigue constituyendo una señal de respeto, reservándose para las personas de mayor edad o de relevancia social.




The honorific word “Don”

Don is short for the Latin word “dominus”, meaning lord. The use was originally reserved only to God, the ultimate Lord. Eventually it became used to designate the saints, and in the Basque language still retains that meaning (Donostia = San Sebastián), as well as in Italian (Don Bosco, Don Orione). Subsequently it was extended to the popes, kings and their close relatives, then to the bishops and prelates, and finally to titled nobility, who then made it hereditary.

The word "dominus" originally referred to power over men and land and has no link with noble origin. It is not a title but deferential treatment. However, it evolved later to highlight social prominence and got associated with the nobility.

In the second half of the XIV, the word "don" is used only by lay titled nobility only. For ecclesiastical use, "don" was closely related to their hierarchy, limited during the Middle Ages only to abbots, deans, bishops, archbishops, and other dignitaries.

In very rare cases was granted as a favor by kings only in exceptional cases (for example with Christopher Columbus, Hernán Cortés, Francisco Pizarro and Diego de Almagro).

Jews were not allowed to use the "don" neither as lords with power over land and men nor as titled nobility. Those allowed to use the "don" wrote it even in their signatures, as complement to their name, what attests to the high important assigned to it.

From the XVII century the word  “don" was used  in front of the name of bishops , titled nobility , gentlemen and children of  titled nobility (even illegitimate children), but was never used for commoners .

In the mid-1700s the use extended to all nobility (with or without titles) and later in the American colonies the use applied to all Europeans with good social level.

In current times the use of "don" is widespread in Spain; however in many Spanish-speaking countries in Latin America it remains a sign of respect, reserved for older people or relevant in society.