He conocido personas que con mucho orgullo dicen que son descendientes de Carlomagno, el primer Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico. Este orgullo me parece muy gracioso ya que el matemático Jack Lee ha demostrado que si tienes ascendencia europea, prácticamente no hay chances de que NO seas descendiente de Carlomagno.
Contando la cantidad total de ancestros (recordemos que los ancestros aumentan exponencialmente en cada generación que retrocedemos), calculamos la probabilidad de ninguno de nuestros ancestros de 40 generación sea Carlomagno. Para que esto suceda, cada uno de tu medio trillón de ancestros masculinos tendría que NO ser Carlomagno, lo que sería una coincidencia extraordinaria. Esta probabilidad es un número increíblemente chico, una posibilidad en 1015,000. Eso es un 1 con 15,000 ceros atrás, un número tan grande que no entra en tu navegador.
Resumiendo, si tienes ancestros predominantemente europeos es virtualmente imposible que Carlomagno no sea uno de tus ancestros.
Eduardo III Rey de Inglaterra
Mark Humphrys ha realizado un análisis similar pero con un enfoque diferente. En lugar de ir analizar de abajo hacia arriba (retrocediendo del presente hacia el pasado), su análisis va desde arriba hacia abajo. Comenzando con el Rey Eduardo III (nacido en 1312) cuanta sus ancestros documentados fehacientemente y calcula las probabilidades contra los estimados más confiables de población total de Inglaterra. Para la generación nacida en 1977, la probabilidad calculada de que no sean descendientes del rey es de 1.4x10-26.
En resumen, la probabilidad de que una persona actual con ascendencia predominantemente inglesa sea descendiente del Rey Eduardo III es extremadamente alta, cercana al 99.7%
Y que pasa en España?
Las mismas reglas se aplican en España. Si tus ancestros son predominantemente españoles es prácticamente imposible que no seas descendiente de Bermudo I Rey de Asturias.
El número de descendientes de rey Bermudo I es probablemente casi toda la población de España, y una gran proporción de la población de América Latina. Documentar el linaje hasta encontrar la conexión con dicho rey es otra historia. Encontrar la conexión y documentar el linaje es un desafío difícil, pero en muchos casos es posible realizarlo un nivel aceptable de confianza. Este sería el diseño general:
Registros Civiles - Siglo XX y XIX
Registros Religiosos - 1800 a 1600
Registros Notariales - 1600 a 1400
Nobiliarios Españoles y Portugueses - 1000 a 1300
Archivos Nacionales - 1000 al 1300 (manuscritos para confirmar la información en los Nobiliarios que algunas veces es incorrecta)
Por supuesto, no estoy diciendo que sea una tarea fácil, pero con paciencia y la experiencia de un genealogista profesional en muchos casos es posible juntar las partes de este rompecabezas.