Los registros de matrimonios religiosos en muchas ocasiones nos dicen que los novios “se casaron y velaron”. Pero algunas veces solo dicen que los novios se casaron, quedando la ceremonia de Velación para una fecha diferente.
Para entender este proceso, primero tenemos que comprender el sacramento del matrimonio católico. En el matrimonio católico un hombre y una mujer (ambos libres para casarse) entran por propia voluntad y deseo en una alianza para toda la vida. Los esposos, como ministros de gracia se confieren el uno al otro el sacramento, expresando su consentimiento ante la Iglesia. Eso es llamado el desposorio.
Pero esta es solo la primera parte del sacramento, para completarlo se requiere una “misa nupcial” donde el sacerdote dice las oraciones que dan la bendición a la pareja, y la novia se consagra al estado matrimonial (“velatio nuptialis” en latín).
En la actualidad el matrimonio católico aun incluye los mismos elementos, y todo se realiza durante la ceremonia de matrimonio; pero la tradición era diferente antes del Concilio Vaticano II (mediados del siglo XX). Como la bendición matrimonial se consideraba una celebración, no podía realizarse durante los periodos de Adviento y Cuaresma (que son considerados periodos de penitencia). Por lo tanto, si el desposorio se celebraba durante estos periodos, se necesitaba una ceremonia adicional para completar el sacramento. Esta era la velación, que se completaba fuera del periodo penitencial. Esta es la explicación del porque en algunas oportunidades encontramos el matrimonio y velación sucediendo juntos y en otras ocasiones en fechas diferentes.
Durante la velación un velo rojo (pallium) cubría la cabeza de la novia y el hombre del novio, y sobre el velo el sacerdote colocaba un "iugale" (un tipo de estola) blanco. La mezcla de los colores rojo y blanco representaban la unión indisoluble entre el hombre y la mujer.
Los sacerdotes registraban las velaciones en libros parroquiales separados. La fecha real del matrimonio para la pareja es la fecha de velación, no la de desposorio, ya que la velación completa la recepción del sacramento y luego de ella los novios podían cohabitar.